Bodas de Plata de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de El Buen Suceso

NATIVITAS DOMINI NOSTRI JESU CHRISTI - MMIX








"No pude hacer más por ti para demostrarte mi Amor"





La Espina y el Niño Jesús, una hermosa historia de Navidad


     Una preciosa historia de Navidad cuenta que el Niño Jesús se hallaba sentado en un pequeño trono jugando y tejiendo una corona de espinas.




     En cierto momento una espina le pinchó el dedo índice de su manito derecha.


     En ese instante, con ciencia profética, el Divino Infante previó todos los sufrimientos que habría de aceptar para redimir al género humano.





     En su dulzura infantil y en el candor de su inocencia infinita, presintió los dolores lancinantes de su Pasión y Muerte en la Cruz


     Contempló también la gloria de su Resurrección. Y vio con anticipación la Redención de la humanidad, y el triunfo universal de la Iglesia y de la Cristiandad.


     En una iconografía de un artista sevillano anónimo, el Niño Jesús aparece sentado en un pequeño trono con brazos de madera, tapizado con terciopelo de color rojo, contemplando su dedo sangrando y meditando sobre los futuros tormentos de la Pasión.





     Su rostro muy sereno parecería estar cubierto por el velo que presagia por causa de la herida, el sufrimiento venidero.


     De igual forma es representado en un cuadro de la escuela de Murillo.


     Es una clara premonición de la Pasión de Cristo por medio de una muy suave descripción.





     El contraste entre la inocencia y la dulzura del Niño con el horror de la tortura remece los más nobles sentimientos de los fieles.


     E inspira una apropiada meditación para el Adviento, tiempo penitencial que nos prepara para recibir la Navidad, así como para la Novena al Niño Jesús.




     Existen diversas narraciones en relación a esta preciosa leyenda. En el video ponemos a su disposición una de ellas...